Juwe Juwe

¿Sabes cuando no tienes tiempo ni para cagar? Bueno pues casi, casi he estado en ese punto esta semana.

El TFG me está matando. Ya me dijeron "no te rayes con un tema complicado porque no se leen los TFG y no te lo van a valorar". Pero, como siempre, para qué hacerles caso verdad? Pues aquí estoy yo con un TFG que no podía ser más complicado, rompiéndome la cabeza y la espalda en esta habita y a contrareloj.

Así que mi semana ha sido una mezcla de TFG y clases. Porque ya solo me queda una semana de clases en la uni y todo el rasqueteo que venía haciendo ha tenido sus frutos y ahora tengo tres proyectos finales que entregar. Y sin tiempo pá comé.

Pero bueno, a parte de eso, esta semana ha sido Juwenalia, que viene siendo una especie de festival universitario que se celebra en una resi de aquí durante una semana. La gente se emborracha, baila música electrónica y se disfraza. No está mal vaya.

Con todo el agobio, he ido solo un par de veces. El primer día nos plantamos allí y la verdad que es pa mearse. Nos dedicamos a gritarle a la gente "EH EH EHHHH! Come here!!" y cuando los pobres venían les preguntábamos que dónde estábamos, que si era República Checa, etc. Los polacos son muy graciosos cuando se emborrachan. E intentamos robar una chaqueta a un tipo que no nos la quería dar, y meamos en los peores baños que os podáis imaginar. Waterfalls baee. Y a la vuelta corrimos la maratón y llamamos a las vacas, que nos contestaban.

Al día siguiente la uni nos llevaba de excursión por Polonia. A las 7.50 estábamos como zombies en la puerta de uni para montarnos en un bus que parecía una casa. Nos llevaron a ver la iglesia de la Paz, la más grande de madera de Europa. Luego visitamos un pueblito y fuimos a un castillo. El castillo estaba bien, aunque a veces era algo chungo, pero tenía unos jardines geniales. Lo que sí era chungo era ver cómo la gente maleducada está por todas partes y dicen que Palestina no existe o que los Alemanes son todos unos gilipollas.

 
Iglesia de la Paz

Después del castillo y sus incidentes, nos llevaron a un jardín botánico donde un señor la mar de adorable te explicaba con toda la pasión del mundo que se trajeron un montón de árboles de Japón y que las plantas y los árboles molan una jartá.

 
Entrada al castillo

Muertas y sepultadas, volvimos a ir a Juwenalia aunque más de tranquis. Y, a un mes y algo de la vuelta a la madre patria, las conversaciones se centran en lo mucho que nos vamos a echar de menos, en que necesitamos hacer quedadas mundiales y que "estas bitches son la polla". Imaginaos lo shashis que son que Ina me escribió para decirme que ella me hacía la cena (berenjenas rellenas) porque sabía que estaba agobiada con el TFG y que no tendría tiempo para cocinar bien. Como agradecimiento yo puse el vinito, y le hice una tortilla española el otro día.

Ah, y aunque sea mayo, aquí sigue haciendo un frío que pela. El peor día con respecto al frío fue ayer, cuando fuimos a la inauguración de la temporada de verano de Pralnia. Yo dudaba de esta inauguración, que te vendían una rooftop party de la leche, pero allí que nos plantamos con estilismos la mar de apañaos (chaquetas de chándal incluidas).

Claro, hice bien dudando de una rooftop polaca. A quién se le ocurre ir a una rooftop polaca. Pues a mí, que estaba bailando con calambres en los pies del frío. Y el viento de pegaba que te congelaba la nariz. Un completo desastre para gente sureña como yo.

En resumen, una semana de agobios y gritos, y vino y conversaciones profundas. Y belleza española que parece finlandesa, y videos y fotos, y excursiones y mantequilla.

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